El Coliseo Romano es posiblemente el espacio versátil más emblemático del mundo. Aunque esta estructura no estaba destinada a actividades deportivas, albergó diversos eventos, desde los conocidos combates de gladiadores hasta representaciones teatrales y las dramáticas naumachia (batallas navales). Esto demuestra que el uso flexible del espacio ha sido relevante desde la antigüedad. Siglos más tarde, en el contexto del entorno construido y el desarrollo urbano en constante cambio, los establecimientos deportivos han evolucionado de manera similar, convirtiéndose en ejemplos destacados de espacios polivalentes.
Estos complejos deportivos han pasado de ser lugares altamente especializados a estructuras dinámicas y multifuncionales. Ya sea que alberguen importantes eventos internacionales como los Juegos Olímpicos y Paralímpicos o sirvan como lugares de reunión para comunidades locales, estos espacios logran un delicado equilibrio entre abordar las necesidades de deportes específicos y mantener la flexibilidad para acomodar una variedad de actividades. ¿Cómo coexisten y se interconectan estas diversas funciones? Este análisis explorará cómo las instalaciones deportivas se configuran como centros flexibles para otras disciplinas y actividades cotidianas.
Algunos materiales y productos clave que facilitan esta flexibilidad incluyen gradas telescópicas que se retraen cuando no están en uso, pisos suaves en varios colores para delinear áreas destinadas a diferentes deportes, sistemas de iluminación natural y artificial automatizados y controlables, y puertas de gran tamaño que se pueden abrir o cerrar para ajustar el tamaño de los espacios. Este artículo explora el potencial transformador de estos sistemas y estrategias, que permiten que los espacios se adapten a las necesidades actuales y evolucionen para dar lugar a diversos usos más allá de un único propósito y hacia posibilidades futuras.
Cáscaras de madera para juego, refugio y cultura
Es bien sabido que la mayoría de las zonas destinadas a actividades deportivas requieren de unas instalaciones amplias. Esta necesidad se alinea con las capacidades estructurales de la madera, que permite el desarrollo de estructuras de grandes luces que crean espacios abiertos libres de columnas o soportes intermedios. Un ejemplo es el Pabellón de Madera en Ancy-Dornot, que combina una gran losa de hormigón con una estructura de abeto Douglas laminada encolada. El edificio está cubierto con paneles de policarbonato transparente y lonas de tamaño personalizado, que se extienden verticalmente para cubrir la fachada hasta los 3 metros de altura. El espacioso diseño de la sala alberga actividades, desde deportes como voleibol, baloncesto y BMX hasta eventos culturales como conciertos, teatro, danza y la tradicional feria anual del pato de la región.
Con el mismo objetivo de crear un gran espacio abierto, el Street Dome fue diseñado como un nuevo centro para deportes no organizados, integrando una gran área de actividades y recreación. La estructura de madera de la cúpula se extiende a lo largo de unos 40 metros, creando un gran espacio abierto libre de elementos de carga, al mismo tiempo que se integra perfectamente en el parque de skate. Dentro de la cúpula, hay varias piscinas excavadas en el suelo, junto con una cancha de baloncesto en la calle y una estructura central de rocas que alberga una plataforma para actuaciones. Estos elementos están conectados por varias puertas anchas que unen el parque de skate al aire libre con el área interior, generando un flujo continuo por todo el parque que integra cada actividad.
Antiguo Parque Olímpico e Instalaciones Escolares mejoradas con pisos y pintura
Una de las principales preocupaciones a la hora de definir espacios para grandes eventos deportivos que requieren instalaciones diversas es: ¿qué pasará con estos espacios después del evento? Esta pregunta también surgió durante los Juegos Olímpicos de 2016. La respuesta de Río de Janeiro fue transformar el lugar principal en un parque público, lo que incluyó más áreas verdes, mayor cobertura vegetal y la creación de espacios activos que celebren la cultura de la ciudad.
Entre estas nuevas áreas se encuentra el Parque Urbano, que integra a la perfección diversas áreas lúdicas y de ocio con equipamientos, complementadas con pavimentos lúdicos y coloridos diseñados para atraer a los usuarios a un espacio moderno y único en la ciudad. El diseño del pavimento sectorizó los espacios según su uso: zonas infantiles con juguetes para niños de diferentes edades, donde el suelo es más acolchado; una zona de estar y de reuniones con muebles; y espacios para ping-pong, baloncesto 3x3, futmesa y búlder, entre otros. En estas zonas, la pintura aplicada en suelos y paredes acentúa el dinamismo de cada deporte.
De una forma mucho más compacta, las instalaciones deportivas al aire libre de la Escuela Alemana de Atenas, integradas en una pista de atletismo, tienen como objetivo crear un entorno funcional y visualmente atractivo. Incluye áreas para salto de altura, lanzamiento de peso, voley, handball, baloncesto, un muro de entrenamiento de tenis y otras actividades al aire libre. El uso de tonos azules y pavimentos amarillos delimita eficazmente las diferentes funciones del espacio. Estos colores vibrantes enfatizan el aspecto recreativo e inspiran a los niños a participar en un ambiente animado y moderno.
Estructuras de acero de grandes luces optimizadas para iluminación y ventilación natural
La introducción del acero en la construcción transformó las estructuras deportivas al permitir grandes luces sin pilares y un diseño visualmente ligero y sencillo. Esta innovación facilitó nuevas características que mejoraron la ventilación e iluminación natural. Al abrir las fachadas de los edificios y eliminar elementos interiores innecesarios, los diseñadores crearon espacios que, aunque cerrados, simulan una experiencia al aire libre, jugando con la translucidez y la transparencia. Como resultado, la luz y el aire que entran en estos interiores ofrecen una sensación similar a la de las actividades al aire libre.
Estas ventajas son particularmente notables en proyectos educativos como el Pabellón Polideportivo y Aulario Universidad Francisco de Vitoria en España y el Arena Castanheiras en Brasil. Este último, por ejemplo, cuenta con una cubierta de 2.100 metros cuadrados con forma y geometría orientada al sur. Incorpora paneles de policarbonato en techo y laterales, todo ello diseñado para maximizar la luz y ventilación natural. El diseño flexible del primer piso le permite albergar canchas deportivas y una cocina. Además, la versatilidad de la estructura sugiere que se puede adaptar en el futuro para soportar una variedad de nuevas actividades deportivas. Tanto el proyecto de Brasil como el de España ilustran cómo los techos interiores altos y los espacios amplios se pueden transformar en áreas versátiles de usos múltiples y salas de reuniones, que acomodan de manera efectiva una variedad de actividades en el campus.
Si bien ningún material o sistema constructivo puede definir completamente la flexibilidad de una instalación deportiva, la integración de varios elementos muestra cómo adaptarse a diferentes usos y aprovechar los recursos puede mejorar tanto el diseño como la funcionalidad. Esta versatilidad permite que las instalaciones se adapten a múltiples actividades, ya sea simultáneamente o mediante transiciones a nuevos usos y enriquecimientos de sus programas arquitectónicos. En última instancia, la capacidad de transformar y ajustar estos espacios contribuye a su longevidad y relevancia continua en un contexto dinámico.
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